Colorado, Estados Unidos, 1926
Tony Shearer fue descendiente de los Lakota (sioux). Su reserva se hallaba en el lado Oeste de Denver (Colorado), «la ciudad chicana de corazón viejo y duro», como lo llamaba él. En su tribu coexistían negros, italianos, judíos, mexicanos y mestizos. Se quedó huérfano a los diez años en medio de la Gran Depresión. Después de eso inició la búsqueda de su padre perdido. Aunque Tony nunca lo encontró, su talento como escritor, como artista y su espléndida voz, le permitieron conseguir un trabajo en un programa de radio de Time Life y un programa de Televisión en la CBS.
No satisfecho con el éxito y alertado por las injusticias y atrocidades que se cometían contra los nativos americanos, Tony dejó su trabajo y se marchó al sur de México y al Yucatán en busca de respuestas. Lo que allí encontró transformó profundamente su vida y la de muchas personas.