Escritora e intelectual de culto en Francia, Élisabeth Barillé (París, 1960), compagina la ficción con otros géneros literarios como la biografía, el ensayo o el relato de viajes. Desde muy joven, escribe sobre sí misma, sus sentimientos, su cuerpo, sus impulsos y sus emociones, así como sobre la inspiración, la creación, la soledad y el silencio. Escribir es para ella una necesidad irreprimible para ver claro dentro de sí misma, y tal vez para ayudarnos a ver claro dentro de nosotros mismos. Con una vida a caballo entre París, Ámsterdam y la India, en 2010 viaja a Rusia, la tierra de sus orígenes, en busca de las huellas de sus dos mentores —la escritora Lou Andreas-Salomé y su abuelo materno, que había huido del país en 1919—, un viaje que plasma en Une légende russe (2012) y que también dará lugar a Un amor al alba (Editorial Periférica, 2021). Autora discreta, no le gusta que la etiqueten, prefiere que el lector la descubra siguiéndola en su propio mundo, donde confiesa tener entre sus guías a André Breton, George Bataille y Nietzsche. Ha sido galardonada con el premio Contrepoint, el premio François-Victor Noury y el Grand Prix de Littérature Henri Gal de la Académie Française al conjunto de su obra.